jueves, 31 de julio de 2008

Cruzada contra el euribor

EURIBOR: de rabiosa actualidad, dícese de ese elemento intangible que actualmente quita el sueño a todo españolito medio, de forma mucho más efectiva que tomarse 5 red bulls del tirón.

Y es que la cuesta de enero ya forma parte del pasado. A día de hoy el sustantivo "cuesta" se nos queda corto para definir lo que para mi supone una escalada de alta montaña en toda regla. Y es que ya a día 5 en cualquier mes del año, me siento cual alpinista profesional ascendiendo el Everest a trancas y barrancas, prácticamente sin aliento, y cargando mi mochilón de pagos a cuestas (y eso sin ni siquiera contar con un sherpa que me guíe en mi camino y alivie un poco esta aventura mensual). Llegar a final de mes, sin morir en el intento, es toda una proeza.
Desde el mes de enero he sido contagiada por euribitis aguda, que es esa crisis paranoide de consultar, casi de forma compulsiva, su evolución diaria. Bendito internet, me permitía cada mañanita ver en que punto estaba, por supuesto rezando, cual beata en plena procesión de semana Santa, para que de forma milagrosa, hubiera iniciado su descenso. Por supuesto, y a poco que consultéis las noticias económicas, esto no fue así. Me "revisaron" hace unos días y, finalmente, mi hipoteca, como es de prever, ha subido.

En conclusión: he decidido dejar de ser una sufridora crónica. A partir de mañana empiezo a "quitarme" de mi adicción a la consulta del Euribor (digo mañana porque hoy mismo no pude resistirme), y a intentar vivir más relajada. Respiraré hondo cuando las fuerzas flaqueen y pensaré que esa fuerza cósmica que rige nuestro destino aprieta pero no ahoga, ya vendrán tiempos mejores, estoy convencida.

1 comentario:

Alex dijo...

que buen deseo de mejorar.
saludos